Es evidente que los formatos para la difusión del conocimiento son cada vez más diversos. El tradicional texto siempre tendrá un espacio valioso en la academia, pero cada vez se ve más la necesidad de diseñar y desarrollar productos multimedia que integran infografías, video, audio, animaciones y en algunas ocasiones interactividad, para representar y comunicar nuevos conocimientos a una audiencia más amplia.

Por esta razón, las Bibliotecas Académicas con su misión de empoderar a la comunidad universitaria en la búsqueda, análisis, evaluación y generación de conocimientos, ahora incluyen laboratorios de visualización multimedia con el deseo de apoyar a los estudiantes, docentes e investigadores en el uso de nuevas tecnologías que les permitan acceder a nuevos formatos de información.

La alfabetización informacional, competencia que consiste en adquirir la capacidad para saber cuándo y por qué se necesita cierta información, dónde encontrarla, y cómo evaluarla, utilizarla y comunicarla de manera ética, se considera un prerrequisito para participar eficazmente en la sociedad del siglo XXI. Además, es parte de los derechos básicos de la humanidad en el mundo digital para un aprendizaje permanente. Los docentes y otros profesionales deben contribuir a la adquisición de esta competencia de manera integral en la educación, para desarrollar un pensamiento crítico y la capacidad de aprender durante toda la vida. Esto incluye toda la información que ahora se percibe en muchos tipos de formatos multimedia.

La Universidad del Valle de Guatemala, desde el 2017, inició la adquisición de dispositivos que dieran acceso a los usuarios a información actualizada y en diversos formatos. Entre los dispositivos que se cuentan ya en la biblioteca de Campus Central están: lectores de e-books, tabletas, y visores de realidad virtual con el fin de enriquecer las fuentes de información y darle acceso a los usuarios a otros formatos que presentan los conocimientos a través de medios distintos.

La UVG, por medio de sus bibliotecas, tiene un fuerte compromiso de servir como unidades que fomenten el alfabetismo informacional, que incluye desarrollar cursos presenciales y en línea, tutoriales, sesiones informativas, guías o manuales de uso de recursos bibliográficos y la difusión ética de información a través de distintos medios.