HISTORIAS

Diana Ximena de León Figueroa

Ingeniería en Ciencias de la Computación y Tecnologías de la Información
BECA CARLOS MANUEL PAIZ ANDRADE
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“Se siente bien saber que ganar una medalla puede alegrar a las personas en un país que recibe tantas malas noticias como Guatemala. Es un sentimiento muy bonito que la gente se alegre contigo”.

Ni nombre es Diana Ximena de León Figueroa, soy originaria de Mazatenango, Suchitepéquez. Estoy culminando el tercer semestre de la carrera Ingeniería en Ciencias de la Computación y Tecnologías de la Información.


Mi familia más cercana son tres personas: mi madre, padre y abuela materna, yo no tengo hermanos ni hermanas. De su ejemplo aprendí acerca de la responsabilidad y sobretodo del significado de esfuerzo, al verlos levantarse de madrugada y regresar tarde a casa debido a sus trabajos y ocupaciones.

Desde muy pequeña me gustó involucrarme y ayudarlos en su trabajo, sobre todo en algunos días festivos que es cuando hay más trabajo por hacer. Viví y crecí con mis padres, pero en las tardes al regresar de estudiar mi abuela era quien cuidaba de mí, mientras mis padres trabajaban.

El lugar donde estudié es un colegio que busca inculcar valores a los niños y jóvenes, así como, promover el trabajo en equipo; la institución tiene un nivel académico medio entre los que existen en el departamento, con instalaciones apropiadas para algunas actividades y otras no, no cuenta con el equipo tecnológico, científico, etc., con el que cuentan los colegios de la ciudad capital.

Quizás la mayor dificultad era la capacidad de atención por parte de los catedráticos hacia los alumnos debido a que en cada clase eran alrededor de cincuenta alumnos, además que no contaban con un horario para atención y resolución de dudas de los alumnos, por lo que muchas veces tenía dificultades al entender algunos temas. Sin embargo, logré tener un buen desempeño académico a lo largo de todos mis años de estudio.

Yo estudié Perito en Administración de Empresas con Orientación en Computación porque estaba decidida a estudiar una Licenciatura en Administración de Empresas al llegar a la Universidad, pero como parte del pensum estaba la clase de programación, la cual se convirtió en uno de mis cursos favoritos. Se me facilitaba el análisis y resolución de los problemas planteados y me hacía muy feliz debido a que el profesor repetía constantemente que era de su agrado ver a una mujer superarse y aún más en ese campo, la pasión del profesor por el curso se transmitía a los estudiantes, no solo por enseñarnos programación, sino también honestidad, trabajo duro, deseos de superación, recuerdo haberle comentado que quería estudiar esta carrera y fue una de las personas quien me alentó a estudiarla en la UVG.

Otra motivación que tuve para estudiar, es la tecnología que se encuentra en todas nuestras actividades, permite desarrollar soluciones para problemas de la vida real, generar nuevos descubrimientos y contribuir a mejorar las vidas de las personas.

Comencé a averiguar por Internet acerca de diferentes universidades, visitamos universidades para conseguir más información, después de eso decidí que la mejor opción era la Universidad del Valle de Guatemala por su nivel académico. Así que dimos inicio al proceso de admisión de la Universidad, el cual finalicé satisfactoriamente. Cuando íbamos a dar inicio al proceso de solicitud de ayuda financiera, mi abuela, quien conoció hace muchos años a Don Carlos, le escribió una carta solicitando su ayuda para que intercediera por mi persona para poder conseguir una beca, a lo cual respondió que él me brindaría esa oportunidad.

Estoy muy agradecida, mi forma de expresar mi gratitud ha sido y será dar mi mejor esfuerzo con una muy buena actitud ante los retos que se me presenten a lo largo de la carrera. Mi mayor deseo es que mi promedio sea reflejo de la dedicación y compromiso que tengo con mi educación, con la Universidad y la persona que me está proporcionando esta oportunidad.

Actualmente vivo sola cerca de la universidad en una residencia para estudiantes, lo que ha supuesto un cambio muy difícil pero mi familia siempre ha estado al pendiente de mí; además he encontrado muy buenos compañeros y amigos que me han ayudado cuando lo he necesitado, y la orientación de algunos catedráticos y de la Unidad de Bienestar Estudiantil.

Fue sumamente difícil separarme de mi familia, y un cambio totalmente radical ya que no hay quien me prepare el desayuno por las mañanas, ni la refacción para media mañana, para tener esto debía levantarme más temprano y prepararlo yo misma, así como también en varias ocasiones me he enfermado y no tengo los cuidados y cariño que le proporcionan a uno en casa cuando está enfermo.

Respecto a las clases también fue complicado adaptarme porque la mayor parte de temas en los cursos, tenía ningún o poco conocimiento al respecto, para lo cual los catedráticos han sido de gran ayuda proporcionando de su tiempo fuera de clases para resolución de dudas, así como también de las personas que brindan tutorías.

Esta oportunidad me está preparando para ser una persona más útil en la sociedad, y adquirir los conocimientos necesarios, no sólo para generar buenas ideas, sino para conocer la factibilidad y utilidad de las mismas, así como lograr su ejecución.

Siendo una persona con aspiraciones, sueños y deseos de superación estoy un paso más cerca de cumplirlos para ser una persona emprendedora, generar fuentes de ingresos y empleos e incluso poner mi granito de arena para hacer de esta una mejor sociedad y promover el desarrollo de mi país.

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